miércoles, 12 de diciembre de 2012

Garzas frente a mi casa





        Observar algunas garzas quizá sea un espectáculo común en algunos partes del mundo.

        En El Salvador, creo que sólo en los esteros cubiertos con manglares son el hábitat natural para estas aves. Lo cierto es que amanecer con el "graznido" de estas aves sobrevolando el techado de mi casa no es nada común. Desde ayer he quedado atónito observando la primer ave posando frente al corredor de mi casa, y como no pude contener mi admiración e interés por la fotografía corrí a tomar mi cámara para lograr estas humildes tomas, que no serán las mejores, pero sí un elocuente testimonio de que ellas llegaron por aquí.

        Me puse mis anteojos, fotografié con mi cámara, y no estando conforme ocupé un par de binoculares para verlas de cerca, lo más cerca que pude.

        No sé si serán aves migratorias, o algunas que se hayan escapado del Zoológico (no sé que las tengamos aquí); pero lo cierto es que me resultó un bello espectáculo para iniciar la mañana, no común, ni seguro que las vuelva a ver; porque en medio de la ciudad de San Salvador sencillamente no es posible que se vean ... ¡pero yo las ví !








20 Enero del 2013:





GARZAS DE LA MAÑANA

Veo a las garzas de un blanco teñido de amor;
de frágiles figuras dispuestas a volar.
Ellas acicalan sus alas, plumajes del mar;
son aves vestidas de paz y blanco esplendor.

Hoy coronan las copas del grotesco guarumo,
y se han posado para acariciar la mañana...
con los versos de mi alma que les admira y ama:
son blancas altezas de espíritu taciturno.

Hoy las veo asoleándose desde mi ventana:
tranquilas, indolentes; pacíficas, inclementes...
son las aves que con su paz para esta mañana,

despiertan compasión y admiración en las mentes
(de los que aman, disfrutan... ¡y al guarumo engalana!)
con su elegancia, su luz y de morbos ausentes.




Estas últimas las "bajé" de Internet para estar seguro de que no se trataba de una ilusión. Ahora estoy seguro: eran garzas las que volaban fuera de mi casa.


Jueves 21 de marzo/13

Quizá llegaron para quedarse ...
¡son luz pa' alegrar la mañana!
... ¡hoy he visto cuatro!





ENLACE PARA OTRAS FOTOGRAFÍAS



En otra ocasión, no preciso cuando, volví a observar otra "garza" entre las ramas del guarumo. Esta vez ocupé el binocular porque me parecía muy retirada para fotografiarla. La observé por largo rato un poco confuso... no era blanca como las que había visto; era pequeña, raquítica y cafesosa (más bien café quemado)... y alzó vuelo con la misma elegancia de las grandes y blancas. Una garza "pichona" no me parecía, pero fué motivo para escribir algo sobre lo que llamé "garceta":


FUE UNA GARCETA...

Con el vuelo elegante de una pequeña garza
color café diferente de las otras blancas,
voló por mi ventana para hacer una pausa
sobre la copa del guarumo allá en la barranca.

Lucía negra y gastada de un café quemado,
patas amarillas y con el pico tostado.
Con esa frágil belleza me sentí atontado
lejos de aquellas alas blancas que tanto he amado.

Hoy me doy cuenta qué hace el color por el encanto,
subido a los pedestales de blanca armonía,
que si oscuro y pequeño es su distinguido manto

no será Dios que los margine a la luz del día...
seremos nosotros que explotaremos en llanto
por las alas blancas de estúpida algarabía.



Domingo 8 de marzo/15

Ya no me sorprende ver garzas por mi casa, pero no dejan de maravillarme.
Esta día observé más movimiento en el guarumo... ahora son más, pero más pequeñas ¡y son blancas! Hoy resulta que vuelan en grupos de hasta seis o siete, y he visto volar dos grupos.
Esta vez les comparto más fotos, dándome cuenta que por una no muy buena razón, posiblemente se estén quedando por aquí.




En esta fotografía alcanzo a contar seis!



Dos o tres especies de garzas diferentes vuelan ahora por sobre San Jacinto... y quizá se estén quedando.



La garza blanca (Ardea alba) y una garcita (Egretta thula)




Últimamente (Junio 2015), sobre el mismo guarumo, he logrado identificar la tercera especie que nos visita; se trata de la garcita verdosa (Butorides virescens) y que yo llamé "garceta". Aquí les dejo otras fotografías que esta vez sí he logrado tomar de esta garcita:



LLEGARON PARA QUEDARSE...

Como decía en anterior nota "hoy ya es casi común verlas por aquí" No sé la razón del porqué han emigrado a esta zona de San Salvador... quizá porque aún hay árboles, ríos aunque contaminados, no las he visto en basureros como un amigo bloguero me sugirió; o podrá ser por el cambio climático que está sufriendo el mundo en general. Lo cierto es que han llegado, y se están quedando en otros lugares extensamente poblados de por aquí, pues también las he visto en Cuscatancingo.

Les comparto unas últimas fotografías que el 20 de enero/2016 les tomé "adornando" con su estancia y vuelo gracil frente a mi casa: